200 años celebrando la Pascua del Señor

CATEQUESIS No. 1 - ¿QUÉ ES EL AÑO SANTO JUBILAR?

¿QUÉ ES UN JUBILEO?

La palabra “JUBILEO” proviene de la palabra hebrea “YOBEL” que se refiere al cuerno de carnero que los judíos usaban como trompeta para llamar a una fiesta. De ahí que para la Iglesia, la convocatoria a un AÑO SANTO reviste las características de un JUBILEO, es decir, una GRAN FIESTA. Por eso lo llamamos AÑO SANTO JUBILAR.


 

¿DESDE CUÁNDO SE CELEBRAN LOS AÑOS SANTOS?

Los hebreos descansaban el séptimo día de cada semana (shabat o sábado). Desde que el pueblo judío salió de Egipto, celebraban cada 7 años un año sabático en el que dejaban descansar la tierra, para que ese año encontrarán comida los pobres en el campo. Cada 7 años, celebraban un AÑO SANTO o AÑO JUBILAR, dedicado al SEÑOR. En los Años Santos, además de ayudar a los pobres, se perdonaban las deudas y se liberaba a los esclavos.

 

Nuestro JUBILEO CATÓLICO tiene su origen en este Jubileo hebreo, el cual encuentra sus raíces en el Libro del Levítico Capítulo 25.

 

“Habló Yahvé a Moisés en el monte Sinaí diciendo: Habla a los israelitas y diles: Cuando hayan entrado en la tierra que voy a darles, la tierra tendrá su descanso en honor de Yahvé. Seis años sembrarás tu campo, seis años podarás tu viña y cosecharás sus productos: pero el séptimo año será de completo descanso para la tierra, un sábado en honor de Yahvé: no sembrarás tu campo, no podarás tu viña. No segarás los rebrotes de la última siega, ni vendimiarás los racimos de tu viña sin podar.

Será año de descanso completo para la tierra. Aún en descanso, la tierra les alimentará a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu jornalero, a tu huésped, que residen junto a ti. También a tus ganados y a los animales de tu tierra servirán de alimento todos su productos.

 

Contarás siete semanas de años. Siete veces siete años: de modo que el tiempo de las siete semanas de años, vendrá a sumar cuarenta y nueve años. Entonces en el mes séptimo, el diez del mes, harás resonar el cuerno por toda vuestra tierra. Declararán santo el año cincuenta y proclamarán en la tierra liberación para todos sus habitantes. Será para ustedes un jubileo, cada uno recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia. Este año cincuenta será para ustedes un jubileo”.

 

En el Nuevo Testamento:

Esta institución jubilar nunca se realizó totalmente hasta las últimas consecuencias. Era más un deseo del Corazón de Dios que una realidad totalmente vivida por el pueblo de Israel. Por eso, los profetas anunciaban la llegada del Mesías, quien establecería el verdadero año jubilar, un año de gracia y de perdón. Veámolo en el Evangelio de Lucas, 4, 14ss:

“Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación de los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor». Enrollando el volumen lo devolvió al ministro y les dijo: «Esta Escritura, que acaban de oír, se ha cumplido hoy»”.

Con Cristo se establece definitivamente el tiempo de gracia y de la salvación. Con su Encarnación, Muerte y Resurrección, han comenzado ya los tiempos definitivos. Todos los días y todos los lugares son buenos para encontrarnos con la misericordia de Dios.

 

¿Por qué celebramos Jubileos?

El propósito fundamental es “repartir” de una manera abundante entre los hijos de la Iglesia las gracias que nos ha merecido Cristo y para concienciar a los fieles de la gran necesidad que tenemos de la misericordia de Dios. Al mismo tiempo, el Jubileo nos invita a ser misericordiosos con los demás, como Dios lo es con nosotros. Al mismo tiempo que recibimos el perdón de Dios, hemos de estar dispuestos a ofrecer nuestro perdón a los hermanos.

Celebrar un Jubileo es “como abrir las puertas del cielo para que desciendan las bendiciones de lo alto a todos aquellos que lo imploren”. La Iglesia cree en el mandato del Señor: “Yo te doy las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. (Mt. 16,19).

 

Los Años Santos en la Iglesia Católica:

Desde muy antiguo, empezaron a aparecer los Jubileos en la Iglesia, siempre relacionados con peregrinaciones a Lugares Santos como Roma (donde están las tumbas de San Pedro y San Pablo, Apóstoles), Tierra Santa (lugares de la vida pública y del Misterio Pascual de Cristo), Compostela (venerando la tumba del Apóstol Santiago), Asís (tierra de San Francisco).

Además de los Años Santos que declara la Iglesia Universal, en ocasiones especiales, la Santa Sede aprueba la proclamación de un AÑO SANTO “EXTRAORDINARIO” o especial en algunas diócesis o lugares santos por alguna especial conmemoración.

Por eso la celebración de un Año Santo es una fiesta para la Iglesia, un momento de gracias y bendición, un tiempo para acercarse de mejor manera al Señor.

 

¿Por qué un Año Santo en nuestra Arquidiócesis de Santiago de Guatemala?

En el Año 2015, celebramos con mucha gratitud al Señor, los 200 Años del estreno de la Catedral Metropolitana, con ocasión de la Pascua del Señor los días 15 y 16 de marzo de 1815 (miércoles y jueves de la Semana de Pasión). El día 15 se realizó una procesión con la imagen de la Virgen del Socorro desde el templo de Santa Rosa y el día 16 el solemne estreno de la Catedral, siendo Arzobispo Metropolitano, S.E.R. Mons. Ramón Casáus y Torres, o.p.

 

¿Qué se ha previsto con motivo del Bicentenario del estreno de la Catedral Metropolitana?

Se ha pedido a la Santa Sede, se otorgue a los fieles que peregrinen y participen con fe profunda, devoción verdadera, más un intenso espíritu de conversión, la INDULGENCIA PLENARIA a quienes peregrinen a la Iglesia Catedral Metropolitana y cumplan con las condiciones que la Santa Sede pide para alcanzarla, durante el Ciclo Litúrgico de Pascua (es decir, partimos desde el miércoles de Ceniza, abarcando la Cuaresma, Triduo Pascual y el Tiempo de Pascua) hasta la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi).

Además se tendrá una serie de eventos religiosos, culturales y específicos para cada sector de la población (jóvenes,religiosos, catequistas, colegios, universitarios, etc.) que se desarrollarán a lo largo del AÑO LITÚRGICO, empezando con el Adviento y dentro de él, la inauguración: el martes 9 de diciembre de 2014, pudiendo las Vicarías Episcopales (Centro, Nuestra Señora de la Asunción; Nor-oriente, la Santa Cruz; Nor-occidente, Nuestra Señora del Rosario; Sur; Inmaculada Concepción y Sacatepéquez, Santo Hermano Pedro) o por Decanatos en el tiempo arriba indicado para obtener la Indulgencia.